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El actor Sean Penn se ha consolidado como uno de los intérpretes más respetados de su generación, cosechando dos premios Oscar en la categoría de Mejor actor principal gracias a sus interpretaciones en ‘Mystic River’ (2003), de Clint Eastwood, y ‘Milk’ (2008), de Gus Van Sant. Madonna, por su parte, revolucionó la música pop de los años ochenta con éxitos como ‘Like a Virgin’, ‘Material Girl’ y ‘Like a Prayer’, estableciéndose como un icono cultural cuya influencia trascendió la música para abarcar la moda, el cine y el activismo social. Su estilo provocativo y su capacidad para reinventarse la convirtieron en la artista femenina más influyente de su época.
El encuentro entre ambas estrellas se produjo durante el rodaje del videoclip ‘Material Girl’. Penn recordaría años después: “La conocí en el rodaje de ese vídeo. Madonna había hecho ‘Like a Virgin’, así que era un fenómeno, pero nadie podía predecir lo que sucedería después”. La pareja contrajo matrimonio en 1985, en un momento en que Madonna alcanzaba la cima de su carrera mientras Penn todavía buscaba su lugar en Hollywood. La diferencia en sus niveles de fama marcaría profundamente su relación durante los cuatro años que duró su matrimonio.
Ambos compartieron juntos pantalla en ‘Shanghai Surprise’ (1986), de Jim Goddard, un fracaso comercial que no hizo más que aumentar la presión sobre su relación. El constante acoso de los paparazzis derivó en varios incidentes violentos protagonizados por Penn, quien se enfrentó físicamente con varios fotógrafos. Reflexionando sobre aquella época, el actor confesaría en una entrevista para Oprah Winfrey: “Describo ese matrimonio como ruidoso. Así es como lo recuerdo. Y, francamente, no recuerdo haber tenido una sola conversación en cuatro años de matrimonio. He hablado con ella un par de veces desde entonces, y hay una persona completa allí. Simplemente no lo sabía. Ella estaba en proceso de convertirse en la mayor estrella del mundo. Yo sólo quería hacer mis películas y esconderme. Era un joven iracundo. Tenía muchos demonios y no sé realmente quién podría haber vivido conmigo en ese momento. Me portaba tan mal como ella, así que no puedo señalar a ningún culpable”.
La prensa sensacionalista de la época publicó numerosas historias sobre supuestos maltratos de Penn hacia Madonna, incluyendo acusaciones de que la ataba a una silla por celos cuando él se ausentaba. El matrimonio terminó en divorcio en 1989. Años después, en 2015, Madonna defendería a su exmarido: “Soy consciente de las alegaciones que han surgido a lo largo de los años acusando a Sean de maltratarme físicamente y de abusar de mí. Aunque es cierto que tuvimos más de una discusión acalorada durante nuestro matrimonio, Sean jamás me ha pegado, atado o abusado físicamente de mí, y cualquier información que diga lo contrario es totalmente falsa, indignante, maliciosa y temeraria”.
