Antes que ir a ver a Pedro Sánchez, Ayuso prefirió seguir con su agenda y venir a Galicia, al homenaje que en Porriño hicieron el viernes al 150 aniversario del legendario arquitecto Antonio Palacios. Antes, en el parador de Baiona recibió al diario EL MUNDO para dar sus explicaciones a una decisión que marca un antes y un después dentro de su partido y en la relación de la Comunidad de Madrid con el Gobierno central.
- Desde que llegó a la Asamblea madrileña como presidenta, todos los portavoces de la oposición han acabado saliendo. Uno de ellos fue Iñigo Errejón, de Más Madrid.
- Ojalá Almodóvar, al que tanto le gusta hablar sobre el costumbrismo de la derecha y del machismo español, nos sorprendiera con una película donde contara las andanzas de Errejón. Le sugiero un título: Mujeres al borde de un ataque de Errejón o algo así.
- ¿Qué recuerda de su trato con él?
- Yo le calé en su momento. Era un machista. Lo poco que hizo fue siempre con tono machista, de darme lecciones, de tratarme de inferior... Pero creo que todo ese partido que utiliza la pancarta de la mujer ha llegado tarde. Porque los avances de las mujeres no han sido por ellos. Al contrario, las perjudican.
- ¿Cree que Yolanda Díaz, vicepresidenta de Sánchez, tiene alguna responsabilidad política en este caso?
- Pues lo debía de saber medio Madrid y en ese partido también.
- Vamos ahora con su tema de la semana. Si el presidente del Gobierno no le hubiera insultado el día antes de convocarla, ¿hubiera acudido a verle a Moncloa?
- Desde el principio manifesté mis reticencias a esa reunión porque pienso que desdibuja la fortaleza del Partido Popular, que representa al 70% de los ciudadanos en las comunidades autónomas. Era una ronda para tratar a cada región como si fuéramos estados. Y además blanquea un pacto que se basa en corrupción política con el independentismo, que no es para favorecer a Cataluña, sino para crear una nación y blindarla para cuando llegue un nuevo golpe. Todo esto lo dije desde el principio, en público y en privado a mis compañeros, a los que luego les pregunté por sus reuniones. Lo sopesé, pero nunca me convenció. Es decir, había pocas posibilidades de que fuera.
- ¿Pero entonces no tenía una decisión tomada antes de ser citada oficialmente?
- Sinceramente, estaba casi convencida de no ir porque esta situación es insoportable. No se soporta más tanta impunidad y mentira. No podemos trabajar España entera para Sánchez.
- ¿No buscaba Sánchez precisamente con esta ronda tensionar al PP, ante su previsible negativa a ir verle?
- No. Él no ha tenido el más mínimo interés en vernos en más de un año desde que tomamos posesión. Lo que quería ahora demostrar ante la opinión pública es que todo está fenomenal y que la institucionalidad aquí no se ha erosionado y que él es capaz de entenderse con todo el mundo, cuando lo que estamos viendo es la colonización y deterioro de todas las instituciones, la utilización del poder sin límites.
- ¿Se imaginaba 40 minutos a solas con él? ¿De qué pensaba que iban a hablar?
- Sé que es perder el tiempo. De hecho, la mayoría de los presidentes que han salido por la puerta decían que se iban con las manos vacías. O mira Page, que no le dice nada y al momento le habían convertido por la espalda el aeropuerto de Ciudad Real en un almacén de inmigrantes, que es como trata Sánchez a la inmigración.
- Al principio ya usted pidió a sus compañeros no ir.
- Aunque hay autonomías infrafinanciadas que tienen unas necesidades específicas, creo que es mejor para todos ir juntos a una Conferencia de Presidentes, donde sea este el punto principal. O a una conferencia de cualquier tipo donde podamos hablar juntos sobre el dinero de todos y la unidad de España, que es de lo que esto va. Porque, si fuera por dinero, Madrid es la que más aporta, la que menos recibe, la que no tiene deuda y la que va a salir mal parada. Porque es el sueño de Sánchez que nosotros tengamos peores datos que otras regiones para seguir en su ofensiva. Así que en en todo momento he sido sincera con todo el mundo y he manifestado mis reticencias a esta reunión en este contexto y en esta coyuntura.
- ¿El pacto fiscal con Cataluña es la clave de su negativa?
- Claro. Porque lo que quiere es seguir fabricando una nación, una nación catalana con nuestro dinero. Y encima ahora me venís a estrechar la mano. ¿Dónde vamos así, dónde vamos así? ¿En qué programa electoral venía esto? ¿Quién lo ha elegido? Y, sobre todo, ¿alguien es consciente del daño que esto causa a España? ¿Cómo se revierte todo esto cuando Feijóo llegué a La Moncloa? ¿Cómo le explicas a los catalanes que esto no es contra ellos? Es que, sinceramente, España no puede sobrevivir si Madrid y Cataluña, que son el 40% de su economía, dividen su esfuerzo fiscal porque han decidido comprar las elecciones en Cataluña, que es de lo que va también de comprar elecciones y comprar voluntades, que es todo lo que hace siempre Sánchez.
- ¿Qué le dijo Feijóo al escuchar su negativa?
- Él sabe mi opinión y yo la suya, y somos adultos. Somos un buen equipo, tenemos una relación personal magnífica. Y entiende mis motivos. Además, no hay que olvidar que el remate fue el trato inmisericorde que me dispensó el presidente desde Bruselas y desde el Congreso de los Diputados y también sus 22 ministros todo el rato, todos los días... Es que alguien tendría que recopilar la cantidad de veces que a lo largo del día yo salgo en las conversaciones de la izquierda para mentir, para acosar, para difamar. Entonces, si me quedaba una pequeña duda sobre qué hacer, que evidentemente siempre se tiene... Pues todo eso hizo que se me disipara.
- ¿Cree que Sánchez elevó sus ataques horas antes de convocarla para provocar su plantón?
- Es probable, pero eso me da igual, lo cierto es que llama epicentro de la corrupción a mi Gobierno. Y que utiliza todos los poderes del Estado contra mí, a través de una relación sentimental, y busca la difamación constante, con conductas delictivas. Esto hace que para mí sea un cambio de escenario en mi relación con él.
- Usted también ha insultado al presidente. Y el PSOE ha recordado estos días la famosa campaña suya de Me gusta la fruta.
- Lo que le molesta de la campaña de la fruta es que funcionó como un tiro. Algo que ni siquiera yo provoqué, porque lo que nadie tiene en la tribuna del Congreso es una cámara fija esperando a ver qué digo mientras el presidente insulta y difama a mi familia, que es como empezó aquello. El problema es que fue gracioso, le gustó a mucha gente, se convirtió en un grito de guerra y eso es lo que llevan mal. Pero uno para sus adentros tiene la libertad de decir lo que cree. Por eso decía lo de la libertad antes, si yo no soy coherente con lo que pienso y lo que digo sería encima falsa.
- ¿Habló con los presidentes de su partido que sí fueron a Moncloa?
- Sí, claro. Me parece que es de recibo saber cómo lo han visto, qué tal fueron sus reuniones. Sopesé mucho mi decisión.
- ¿No les deja mal a ellos al no ir usted? Parece señalar su error, que han caído en cierta trampa.
- No. Yo creo que no se pueden tomar decisiones pensando en el buenismo. Se toman en coherencia y yo no puedo admitir que traten a Cataluña como una nación con el dinero de todos los españoles y, después, yo ir a chocarle la mano. No puedo, es superior a mí. Fingir que no está pasando nada cuando somos todos conscientes del deterioro sin precedentes que está sufriendo la democracia. Ya lo dijo The Economist hace dos semanas, que Pedro Sánchez estaba sacrificando la democracia española a costa de mantenerse en el poder, y no puedo estar más de acuerdo. Esto no puede tratarse como si no pasara nada.
- Publicamos en EL MUNDO que algunos de sus compañeros, de forma anónima, decían, entre la crítica y el análisis, que usted "sí podía permitirse" el plantón por su "singularidad".
- Lo cierto es que el trato que recibe la Comunidad de Madrid y que recibo yo es evidente que no se ha visto nunca desde hace cinco años. 22 ministros, con cientos de asesores en Moncloa, cargos intermedios, diputados, senadores... Por todas partes, por todos los lados, todo el tiempo. Se han vuelto locos con nosotros. Entonces esto sí que es singular. Además todo el mundo sabe lo que opino. Sabe cómo defiendo aquello en lo que creo. Y no es de ahora, llevo haciéndolo así desde que tomé esta responsabilidad.
- Y esta fijación por usted que denuncia, ¿cree que es una obsesión personal del presidente o una estrategia política porque atacar a Ayuso y Madrid da réditos sobre todo en Cataluña, que es su último sustento electoral?
- Son muchas cosas. Él cerró ilegalmente la Comunidad de Madrid para para empezar a promocionar la campaña de Illa en Cataluña. Pero más allá de eso, él tiene un plan para mantenerse en el poder. Todo aquello que le recuerda dónde están los límites y que tiene un contrapeso, directamente lo fulmina. Lo ha hecho con muchísima gente. Lo ha hecho con muchas instituciones. Que ha colonizado a través de activistas. Y ahora lo tiene que hacer también con Madrid. Lo intenta poco a poco con la Corona, con los símbolos del Estado, con la Historia, la Transición. Por eso lo primero que hizo fue pactar con Bildu la Ley de Memoria Democrática. Todo lo que le da a España sentido como nación está en en el filón de Sánchez. Y encima Madrid es una región que es es lo más español, porque está hecha de todas las formas de ser español, con ciudadanos de todos los rincones y que trabaja, se esfuerza y vive de una manera libre, abierta, generosa, que son valores y principios que él detesta.
- ¿Pero puede haber algo también de obsesión personal?
- Sí, sí, es claro que hay una obsesión personal. Me cuentan que en Moncloa va pegando gritos, portazos y va dando patadas.
- ¿En serio?
- Sí, sí. Ha perdido los papeles conmigo. Y, de hecho, le está llevando a cometer gravísimos errores, como empujar a su fiscal general a la imputación. Y a demostrar que es capaz de perder el orden y la formalidad, si es necesario, con tal de difamarme a mí y hacerme daño. Y eso lo ve cualquiera. Todo el mundo ve que es una obsesión. Da igual dónde viaja, da igual dónde se encuentre. Todo el día está soñando con Ayuso. Se lo tiene que mirar.
- ¿Pero por qué quiere eliminarla a usted del cuadro?
- Porque en sus planes estorba la Comunidad de Madrid. Porque le recordamos dónde están los límites. Porque él vive del poder y de comprar voluntades, y Madrid no se deja comprar.
- ¿Cómo volvería a ir a Moncloa? ¿En qué contexto? ¿Tendría que pedirle disculpas Sánchez?
- Yo no asumo ni la amnistía ni el concierto catalán. Y tampoco una serie de agravios contra Madrid, como los impuestos a la carta que está otra vez estudiando para meternos. Si deja de agraviarnos y de hacer daño a España en general con ese tipo de políticas... Si vuelve a lo que era el Partido Socialista, en un mínimo de esas líneas donde nos hemos entendido... Pero es Pedro Sánchez el que se ha salido de la carretera al ir a 200 por hora en una de 60. Es él quien ha sacado a Joaquín Leguina del PSOE, el que trata a Felipe González como un jarrón chino que le estorba, el que ha cambiado siete veces su Gobierno, el que ha cambiado tres veces al director general de la Guardia Civil, que lleva 44 ministros, cinco delegados del Gobierno.... ¿Qué tiene de socialista y solidario el concierto catalán? Entonces necesita tener una persona con la que confrontar. Tiene a Franco y a Ayuso. Al Francomodín y a Ayuso contra la que batallar. Y a mí me utiliza de señuelo para decirle a los suyos: 'Pero ella es peor, pero mira ella cómo está, pero mira lo que ella está haciendo'. Él está rodeado de corrupción.
- Entonces no parece muy optimista de que las cosas cambien en lo que queda de legislatura y pueda ir a ver al presidente.
- Cada vez en su lado del muro está más arrinconado, porque su proyecto se va embruteciendo y el muro va creciendo y creciendo, pero se va vaciando. Ha entrado en una espiral de degeneración tal que es muy difícil que con la actitud y con la forma de ser que ha demostrado tener cambio. Para eso debería tener más humildad y gobernar con un sentimiento de amor a España. Y ser capaz de pedir perdón. Y eso no está en su ADN.
- Sánchez le ha reprochado a Feijóo varias veces que usted es su jefa. ¿Qué cree que busca con eso?
- Hombre, la jefa la tiene en Moncloa, según dicen los investigados de la trama de corrupción, incluido el que está en la cárcel, que era un gran amigo. Por tanto, jefa, jefa, la otra, yo soy una presidenta autonómica más, que es verdad que el Gobierno me ha tomado como rehén para poder permitirse cualquier barbaridad. Y mi relación con Feijóo es excepcional, lo vuelvo a repetir. Y además nos hemos apoyado siempre en los momentos más difíciles.
- ¿Ha querido con esta decisión reafirmar su estilo, su idiosincrasia diversa dentro del PP?
- Yo creo que en esta vida hay que ser coherente. Y yo he sido siempre una persona que he reivindicado la libertad como bandera. No se puede ser libre si no se actúa en esa coherencia diciendo lo que uno cree y lo que uno piensa y actuando en consecuencia, y desde mi primera entrevista en EL MUNDO hace cinco años hasta hoy, que recuerdo era una portada que ponía "Yo lo resisto todo", he defendido lo mismo siempre y de la misma manera. Sería un sinsentido que ahora fuera otra persona, después de cinco años, tres elecciones y todo lo que hemos vivido en la Comunidad de Madrid.
- ¿Tiene usted un cálculo de lo que le puede costar económicamente a Madrid el pacto fiscal de Sánchez con los independentistas?
- No, y es difícil que lo que pretende hacer lo logre y sea legal. Tiene que hacer para ello una maniobra de conde-pumpidismo... pero hay que tener en cuenta que Madrid y Cataluña juntas aportamos el 40% del Producto Interior Bruto, algo que he repetido siempre, apelando al crecimiento de las dos comunidades juntas. En Madrid, dos de cada tres euros que se recaudan van al Estado para sufragar servicios públicos de todos y en todas las comunidades autónomas. Además, Madrid está infrafinanciada, porque en 2009, cuando comenzó este sistema, se nos contabilizó a la baja, con menos habitantes, con todo lo que hemos crecido. Y encima ahora tenemos que poner todavía más para que Illa tenga 16 ministerios, el Consejo Audiovisual, que son más de mil millones, y todo el engranaje que han montado de embajadas, etcétera. ¿De dónde sale? De Madrid. ¿Qué le quito a Madrid? ¿De la sanidad, la educación? Se lo quito a los madrileños para que nos digan que Cataluña va fenomenal, cuando encima ellos son los primeros que la han hundido metiendo la mano a la clase media sin parar, arrasando impuestos y con corruptelas entre ellos. ¿Cuánto cuesta Waterloo al año? En fin, todo es así. Es una tomadura de pelo. El independentismo ha sido, al final, una tomadura de pelo que ha arruinado a Cataluña. Ellos lo han hecho y encima ahora quieren implicarnos a los demás.
- ¿Qué le hubiera pedido a Sánchez en el caso de haber acudido a la reunión?
- Que dejara en paz a Madrid, porque Madrid ahora mismo está en un momento único: se habla de ella más que nunca fuera de nuestras fronteras, cada vez recibe más estudiantes, a más empresas... Gente que quiere empezar una vida desde cero. Está en un momento maravilloso, pero todo lo que hacen desde los 22 ministerios, desde Sanidad, a los centros de datos a las inversiones, cada uno desde su desde su cometido, incluido el ministro de Justicia, es ir contra nosotros buscando el perjuicio. Con que nos dejaran en paz, Madrid sería mucho más la región de moda en el mundo.
- ¿No hay nada en lo que el Gobierno central colabore con Madrid? Hemos visto recientemente al alcalde Almeida con algunos ministros en reuniones con buen tono.
- Pues sí, y ahora le van a meter un tasazo por basuras al Ayuntamiento, que recaerá en el bolsillo de los madrileños. Eso es el sanchismo. Negocio contigo y no ha salido por la puerta y te he metido a la carta algo que te perjudica. Es muy difícil todo con él porque además vemos la vida de manera muy diferente. Él insiste por todos los medios en que subamos los impuestos a los ciudadanos, cuando lo que yo haga con la fiscalidad de Madrid no debería incumbirle al Gobierno mientras sigamos siendo la Comunidad que más aporta y la más leal del conjunto de España en ese sentido. Yo compito con grandes capitales internacionales y nuestra fiscalidad sólo puede funcionar a la baja para que esto siga siendo un motor de economía.
- ¿Pero entonces por qué cree que Sánchez, con estas políticas, renuncia a gobernar alguna vez Madrid?
- Ahora son los terceros. Es que quiero recordar que ni siquiera lideran la oposición en Madrid. Es que al final los ciudadanos de izquierda o derecha en Madrid quieren ser libres y quieren apagar sus escaparates o abrirlos cuando ellos consideran que es mejor, y abrir y cerrar sus tiendas cuando saben que más les conviene. Y quieren ir a un buen sistema sanitario que tanto critican y todo el mundo sabe que es el mejor. Quieren prosperar y quieren tomar sus propias decisiones. Quieren que les dejen en paz, básicamente. No están en guerracivilismo, no están en el 36, no están en las luchas de clases... Vienen con unos cuentos trasnochados que a la inmensa mayoría de los ciudadanos de Madrid no les representan y además con sus propios ojos cada día ven lo que está pasando. Y duele mucho madrugar, pagar impuestos, llevar una vida sacrificada... para que luego te digan que te van a quitar la recaudación porque es que hay que repartir con los independentistas.
- Algunos analistas dicen que Sánchez y usted se necesitan mutuamente, que le da votos.
- A mí me da tanta pena el daño que se le hace a Madrid de manera gratuita, que te puedo asegurar que lo último que quiero es que esto esté pasando. Y por eso siempre pido que dejen en paz a la región.
- El PSOE en bloque le llama corrupta y compara el caso de Begoña Gómez con el de su pareja.
- Bueno, hay una serie de diferencias. Por un lado, hablamos de una multa de Hacienda de un ciudadano particular, que de no ser mi pareja se hubiera quedado en Hacienda y que, sin embargo, no han querido que se cierre. Lo han llevado a la Fiscalía, él lo ha pagado igualmente, pero luego lo han troceado convenientemente por los medios de comunicación para difamarle. Y es un caso donde nada tiene que ver la Comunidad de Madrid y muchísimo menos con mi labor como presidenta. Encima de una época en la que ni nos conocíamos. En el otro caso, estamos hablando de una pareja que está siendo investigada por un círculo vicioso en el que han rescatado algunas empresas con las que uno de los dos miembros de la pareja se reunía. Por ejemplo, Begoña Gómez se reunía con una empresa y al poco tiempo era rescatada por la mesa del Consejo de Ministros, vía empresarios que ahora están en la cárcel. Y hablamos del secretario de Organización del Partido Socialista, el que le aupó en las primarias, que va a ser imputado. Protagonista del único plan joven que conocemos por parte de este Gobierno, que era ponerle un piso a una chica de 20 años y pagarle los viajes para tener con ella una amistad especial, digamos. Hablamos de ministerios, de lingotes de oro, de un entorno tóxico con el Gobierno venezolano, al que además han protegido durante la bochornosa campaña electoral allí. Podría estar sin parar contando un caso y el otro. Pero es que el mío no lo es. Intentan por todos los medios meterme en algo que no tengo nada que ver.
- ¿Cree que el presidente estaba al tanto de esta trama?
- Hombre, pues si la mujer está reunida con empresas a las que luego a continuación él mismo rescata y beneficia, pues algo sabe. Si el rector de la Complutense, según dice él, va a organizar una cátedra, le llaman a la Moncloa, lo sientan y desde ahí inician dos cátedras utilizando la universidad pública para, a su vez, luego beneficiar a esas empresas... En fin, pues sí, parte de los dos evidentemente. Del uno, que es como lo llamaban, de ahí la jefa... cada uno tiene su mote. ¡Imagine que eso lo hago yo! En fin, es que ni se me ocurriría.
- ¿Intuye que Sánchez aguantará hasta 2027? El otro día le dijo a Feijóo que quedaban mil días de legislatura.
- Pues seguramente no, porque como siempre miente, eso es que no le quedan mil días. Pero creo que cada uno de nosotros tiene que dar su mejor versión en estos momentos en los que la democracia española está al borde del estallido. Estamos hablando de datos de un particular que se están troceando y que todos los poderes del Estado lo utilizan de manera ilegal para ir contra un enemigo político. Eso no se ha visto en Europa. Estamos hablando de personas imputadas del entorno del Presidente que han decidido que no piensan hacer nada y que no se van a marchar. Han intentado ir contra los jueces, contra los contra medios de comunicación buscando su desprestigio...
- ¿Pero apostaría a que aguanta hasta el 27, o no?
- No lo sé, por eso pienso que cada uno tiene que dar su mejor versión mientras tanto. Los jueces, demostrando que el Poder Judicial en España es fortísimo y ha sido siempre uno de los mejores del mundo, la policía, la Guardia Civil y el resto de funcionarios, que han de ser fuertes porque los intentos y las presiones deben ser inmensas. Cada uno tiene que dar su mejor versión y mientras tanto, la empresa confiar en Madrid, seguir llegando las inversiones porque vamos a cuidar todo esto, a intentar gobernar al céntimo de euro y resistir. Y mientras tanto, que los medios de comunicación sigan siendo valientes defendiendo cualquier atropello. Lo que queda claro es que dure lo que dure esta este Gobierno, si todos damos nuestra mejor versión, lo que va a quedar en pie es una España fortalecida. Si dejamos que todo se deteriore, que no se peleen las cosas, habrá arrasado con todo y deshacer tanto daño va a ser dificilísimo.
- ¿Y cómo interpreta que todavía las encuestas en general le sigan dando un cierto vigor electoral al PSOE?
- Pues yo nunca veo las encuestas, ni las mías. Lo cierto es que a ninguno de los españoles se les consultó en unas elecciones si querían que se troceara Cataluña y se fabricara una nación de facto o si querían que sacaran de la cárcel a todos los terroristas o a todos los condenados por los ERE de Andalucía. O si querían pagar más impuestos para embajadas donde se critica a España o borrar delitos del Código Penal. Todo eso no sé en qué programa electoral venían.
- Tanto el presidente como los ministros reclaman constantemente su dimisión, en teoría por ser pareja de un ciudadano acusado de un delito fiscal...
- Y porque les caigo mal.
- ¿Usted cree que el presidente Sánchez debería dimitir?
- Hace mucho que tendría que haber dimitido y en cualquier otro país de nuestro entorno lo habría hecho por mucho menos. No sé en qué país un fiscal general que ha sido imputado por presumir de ser su lacayo sigue ahí. Yo tengo unos presupuestos cada año, él no tiene presupuestos, yo celebro mis debates del Estado de la región, él ha hecho uno en seis años. Yo he ganado con mayoría absoluta, él ha perdido las elecciones. Yo cumplo el programa electoral, él está haciendo otro programa, uno totalmente distinto, con un proyecto totalmente distinto para España de lo que él prometió. Está en una huida hacia adelante y ha decidido fulminar todo aquello que le hace contrapeso. Y la utilización de las instituciones. Eso va a una velocidad nunca vista. Eso es para dimitir urgentemente. Y ya no te digo si te imputan a todo tu entorno.
- Denuncia que acosan a su entorno, no sé si puede ser más específica.
- Hombre, a mi hermano le colgaron una lona en la calle Goya de ocho metros de altura, pusieron cámaras de televisión en el colegio de sus hijas y le hicieron una campaña de desprestigio hasta expulsarle de un sector donde llevaba trabajando 26 años. A mi madre, una mujer viuda jubilada, la han metido en muchas noticias. A mí me recibieron en la Asamblea hace cinco años con una comisión contra mi padre fallecido. A Nacho Cano entraron en su casa. Y se han sacado datos personales de mi pareja, si alquiló un coche hace tres años, fotos de sus pasaportes, de su DNI, de sus reuniones... Están troceando fraudulentamente una declaración fiscal y toda una vida laboral.
- ¿Qué le dice su pareja? ¿Cómo lleva todo esto?
- Bueno, él se defiende solo, se defiende con sus medios. Y es consciente de que tiene a todos los poderes del Estado enfrente, en una campaña orquestada, donde los medios sacan información de manera simultánea tras recibirla. Lo único que va haciendo es defendiéndose con sus medios, con sus abogados. Y la verdad es que yo estoy al margen de eso.
- ¿Sigue trabajando o le está afectando a su actividad laboral?
- Él puede con todo, él está trabajando y lleva también esto. Yo es que me mantengo el margen por completo porque tengo muchísimo trabajo y una inmensa responsabilidad. Nos mantenemos en planos distintos por completo con estas cosas. Recurre a las herramientas de un estado de derecho para defender su nombre.
- Ahora dice que va al margen, ¿pero se arrepiente de haberse implicado demasiado al principio en su defensa?
- Bueno, es que esto es curioso, resulta que si me preguntan en una rueda de prensa, yo respondo. ¿Cuándo he utilizado los medios de la Comunidad de Madrid? Él no ha venido a la Puerta del Sol a que yo le organice una campaña. No le hemos puesto un abogado desde la Comunidad de Madrid. No se le está pagando una defensa con dinero público (y yo quiero ver la factura de Begoña Gómez). No estoy utilizando abogados funcionarios para ir contra la juez de su inspección. Él se está defendiendo por su lado, que es lo que tiene que hacer y es lo correcto, pero si a mí la prensa me pregunta... No sé, es que si no respondes a las explicaciones, mal. Y si das tu opinión acerca de cómo lo ves, también mal. No tengo nada que ver, eso es lo que me preocuparía y tengo la absoluta tranquilidad de saber que llevo cinco años dejándome la piel en esto. Que trabajo entre 12 y 15 hora al día. Y que no he beneficiado a nadie de mi entorno. Al revés, todo lo contrario, a todo mi entorno le ha ido mucho peor desde que yo estoy en esto.
- Su pareja ha interpuesto demandas contra algunos dirigentes políticos que le llamaron delincuente. ¿Usted se plantea algo así?
- Yo lo tengo más complicado porque esto va en el cargo, va más en el cargo la difamación, aunque evidentemente hay veces que en algunos temas me lo estoy pensando. En el suyo no tiene por qué soportarlo. Él no tiene vínculo con la Comunidad de Madrid. El es una persona anónima, se pongan como se pongan en una relación que yo nunca he oficializado. No me acompaña a ningún sitio. Jamás lo ha hecho. Nunca ha utilizado la relación para beneficiarse de absolutamente nada. Somos dos personas distintas en el plano profesional. Y no olvidemos que todo esto está saliendo para tapar la trama de corrupción que le sale por las orejas al Gobierno, que está arrinconado completamente.
- ¿Sin el caso Begoña no hubiera salido a la luz la inspección fiscal a su pareja?
- Por supuesto. La mantuvieron en un cajón, no le dejaban regularizarlo algo que en el 99% de los casos es una multa y no va más allá. Es evidente que lo utilizan para el 'y tú más'. Pero a mí nadie me paga una casa o unas vacaciones, jardineros, seguridad... A mí nada. Es una corrupción que les sale por las orejas, que lo sabe Europa entera, y han decidido ir a muerte contra aquellos que osen juzgarles o exigirles información o transparencia.
- Hubo hace poco una manifestación por la vivienda en Madrid donde se le acusó a usted del problema. ¿Qué le parece?
- Después de seis años, el único plan vivienda que conocemos de Sánchez es el que dieron a Jessica, no he visto otra vivienda. Y ahora hay que buscar culpables en los pisos turísticos, que por supuesto hay que hay que darles una regulación y un control, pero ellos van buscando culpables, ahora en los propietarios, promoviendo una insensata y estúpida lucha de clases y buscando también culpables entre las comunidades autónomas.
- ¿Qué fórmulas propone en Madrid para mejorar la situación?
- Hay que liberar suelo, construir vivienda, dar seguridad jurídica, poner límite radical a la okupación y a la inquiokupación, dar ayudas o incentivos fiscales para que la gente saque sus viviendas en alquiler... Si no hacemos esto, olvídate, porque este problema va a seguir y seguir por mucho que nos castiguen, busquen culpables y se pongan con la pancarta.
- Ha matizado algunas de las leyes LGTBI que propone en Madrid. Vox le acusa de recular.
- Nosotros hemos reformado unas leyes que dejaban completamente desprotegidos a los menores. Y lo que queremos es que antes de tomar decisiones irreversibles pasen por las manos de los profesionales, de los profesores y de las familias. Había cuestiones técnicas que el Consejo de Estado nos había recomendado realizar para que estas leyes salgan adelante.
- Estamos en Galicia. Dicen algunos que el efecto Ayuso es puramente madrileño. Que no es exportable. ¿Qué nota en estos viajes?
- Yo siento un cariño fuera de Madrid, impresionante. En Barcelona, Bilbao, Gerona, Córdoba... Hemos estado, por ejemplo, recientemente en Valencia. En Valladolid he recibido muchísimo cariño por parte de de de la gente y es algo que recibo con mucho gusto. De hecho, es lo más bonito que hay y me gusta porque pienso que no cala esa pretendida división entre comunidades autónomas y que la gente siente Madrid como lo que es, su casa y su capital. Así que creo que eso [que fuera no gusta como en Madrid] lo dicen envidiosillos.
- ¿Qué buscan con la Comisión sobre la Complutense en la Asamblea de Madrid?
- Queremos conocer cómo se puede llegar a gestar desde un despacho político un negociado de intereses en la universidad pública. Si se han cometido más irregularidades. Y dar un impulso a la Universidad más importante de España, que recupere el buen nombre. Y queremos conocer cómo se gestó una cátedra que se ha caído por sí misma. Y que ha sido al final una conjura de intereses que ha hecho mucho daño a la a la universidad.